Agosto. Solo en casa. Habrá millones de cosas en el mundo para hacer, pero yo decido ponerme a pensar en cosas que se nos pasan por la mente pero que por causa alguna no llegamos a hacer. ¿Envío este SMS?, ¿Se lo digo?, ¿Me presento a ese examen?, ¿Me lanzo a darle un beso?, ¿Publico en un blog todo lo que se me pase por la cabeza?
Quizás, muchas preguntas de este tipo se os hallan presentado a lo largo de la vida, y, algunas de ellas, de que las realicemos o no, provocará un cambio en el destino de nuestras vidas, una elección entre coger cierto camino que se nos presenta, o por el contrario seguir por el que ya estamos, con la excusa de que "ya nos va bien así, porque cambiar". Lo peor, es que muchas veces, ese NO de respuesta a esas preguntas no se hace por otra cosa que por cobardía...Ahora bien, ¿somos todos capaces de conseguir esa valentía que es a veces tan necesaria?
Pues igualmente que tu a mí, te doy la bienvenida a este nuevo modo de conocernos, de ver qué hay debajo del iceberg que cada uno representa. Ya nos conocemos mucho, es evidente, ya somos MUY mejores amigos, muy muy, por ello me alegro tanto que después de habernos conocido tanto y haber sobrepasado tanto juntos, hayamos conseguido este estado de paz constante, alegrándonos sólo de estar juntos y sintiéndo todo como dos buenos amigos, como un pack , eso si, divisible. Y con referencia a tu entrada, si no nos preguntásemos, seríamos unos mediocres, justo lo contrario de lo que pretendemos ser. Así que mientras encontramos respuestas, tendremos el derecho de equivocarnos todo lo que queramos, siempre que tengamos un corrector, a veces a base de hechos, otros de palabras, e incluso en formato amigos. Bienvenido.
ResponderEliminar